Tercero.

Me grita. Me dice que debería haber llamado a mamá. Todos se van yendo de a poco. Menos los que nos queremos ir. El abuelo se está por ir, Gustavo se está por ir, mamá se está por ir. Mayra se fue, a Rosa la hicieron ir junto con Oscar. Yo también quiero irme. La abuela Nelly también se quiere ir. Miramos el festín del Bicentenario comiendo alfajorcitos y tomando mate ¡Qué linda que está la Presidenta! Si, la verdad que si, los alfajores están riquísimos. Me gustan más que los individuales. Decile a Mabel que mañana vaya a cobrarme la jubilación, no quiero que vaya el Jueves, porque mañana a la noche me puedo morir y si me muero nadie va a poder cobrarme la plata ¿Sabías? Mirá los festejos, y eso que no es el Bicentenario de la Independencia, para ese si que no voy a estar, nene. Tengo casi 80 ¿Vos qué te creés? Yo creo que voy a cumplir 21 años y también puedo morirme mañana a la noche. O ahora, u hoy. O en un ratito, al apoyar mi cabeza sobre la almohada. Cuando mis pensamientos inundan mi mente y no me dejan dormir. Hace rato que no me pasaba eso. Y empiezo a contar: Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, sábado, lunes, él, me perdí, empiezo de nuevo... Uno, dos, veinticuatro, quiero verte, azul, ayer, Certificates, what's wrong with me? Necesito irme de esta casa, renunciar a mi trabajo, dedicarle más tiempo a la tabla, ir a buscar mi bici, pedalear hasta el río y tirarme al agua... Zambullirme y llegar al fondo. A ese fondo que suelo llegar en días como estos, como ayer. Como mañana seguro ¿Por qué no? Estoy cansado de hablar de vos conmigo. De mi con ellos. Con ellos de vos. Con ellos de ellos.

Chau. Feliz no Martes 25 de Mayo. El día del Bicentenario en el que me recordaré como una persona que se escabulle entre le gente con unos auriculares extra large, que odia el transporte público y las multitudes. El Bicentenario que les relataré a mis hijos, sin ganas, como un día en el que me levanté temprano, el Lavadero estaba cerrado y los subtes eran gratis pero yo no tomé ninguno.