Santi:

Ansioso te escribí, y más aún te llamé. Pero no te encontré y temía que pasara eso.
¿Cómo estarás? ¿Cómo estás?
Mis palabras no son las mejores, me imagino, pero me pongo en tu lugar y sé que por más que estés disfrutando de este momento, debe ser difícil. Difícil es estar lejos de la familia. Difícil es estar tambien lejos de esa familia que creaste acá. Pero hay algo que me tranquiliza un poco. Es que sabiendo como sos, ahí, lejos, habrás encontrado a alguien que se dió cuenta de todo lo bueno que tenés y está para protegerte como yo quisiera hacerlo. Yo tengo una creencia, es estúpida y muchas veces me falla, pero creo que siempre que alguien desaparece, aparece alguien nuevo en nuestra vida para tranquilizarnos un poquito, no para suplantar, no para sacarle el lugar, con un brillo diferente, pero nos ayuda a hacer este viaje un poco más llevadero. Por acá nadie vino a cubrir tu puesto, no te preocupes ajajja pero porque sé que volvés, tengo un asiento reservado. Espero que allá, estés bien, mejor. Y si estás mal, espero que alguien haya reconocido tu buena persona. Y si no lo han hecho, ellos se lo pierden, acá hay alguien que está esperándote y verte bien le hace tanto bien.

Un beso, te quiero. Te espero.