Y entre las calles del barrio se escuchaba gente toser. Dicen que el otoño, que la gripe, que el frío. Dicen que por el Once fuman paco. Se juntan en las puertitas, en la plaza. Se dice que el paco mata, como el amor. Cuántas formas diferentes de morir. Cuántas formas diferentes de vivir. Creo que si muero arriba de la bicicleta, no sería tan grave. Morí feliz. O más bien to dye by your side is such a heavenly way to die. They say. Cuánta gente que había caminando. Me pregunto si pensar qué es de sus vidas, es de alguna forma dejar el egoísmo de lado. A mi me interesan las fotos analógicas de desconocidos, el olor a sahumerio de las calles aún cuando todos esos negocios de chinos están cerrados, la tele prendida en el medio de la vereda sobre la avenida, las historias escondidas entre las persianas bajas de la ciudad, los gatos que parecen no tener una casa, las cintas de video que abundan en la basura y juegan con el viento (el extremo de la metáfora cinematográfica ciego en tu existencia), los pasajes, cómo me gustan los pasajes.