C'est la vie.

Llegué a casa con altas ganas de vomitar.
Pero no pude.
Tenía el estómago vacío.
River iba perdiendo.
Yo quería prender las luces de adentro del auto para poder leer mi libro.
Avenida 9 de Julio tiene luces fuertes, iluminada violentamente.
Pero a mí no me servía.
Lucas averiguó un taller para que mi papá alquile, y mi papá pudiera trabajar y vivir allá.
Yo pensé en sus dibujos de guerra.
No los podía sacar de mi cabeza.
Y en que quería dormir.
Y en que no sabía que ropa me iba a poner mañana.
En que tenía que arreglar el pantalón azul que compré en la feria.
En que olía a cigarrillos.
En que transpiro más en Invierno que en Verano.
En que mi hermana me dijo que sólo se me iba a curar si me pasaba limón.
Y yo: Qué demonios?
En que desaprobé el parcial.
Y Nicole me dijo por teléfono: Creo que la voy a dejar.
Y yo: No, nos juntamos a estudiar. Es una semana. Podemos cambiar las cosas en una semana.
Y que cuando le decía eso, ni yo me lo creía.
Porque sé que sólo tengo ganas de dormir cuando no estoy escaneando fichas, o hablando con vos.