No es fácil empezar a veces. Cerré la puerta con llave. De todas maneras no creo que venga. Mucho menos a pedir perdón ¿Perdón? Él cree que no ha hecho nada mal. Y también cree que yo creo que tampoco hago las cosas mal. Lamentablemente debo informarte que a veces sólo pienso que nací para cometer errores. Hasta hace unos días nomás, cuando decidí apostar a sonreír. No vivo en el pasado para justificar a mis errores del presente. No, no. No digo que NO cuando pienso que SI, no quiero vivir en fríos mundos, caparazones que parecen aguantar todos los golpes, pero en ellos, todos los ruidos se escuchan, retumba con fuerza y sabés que algo no está bien. No quiero ser un caracol, ni una tortuga. Sé lo que pasa a mi alrededor. Y no me importa si vuelo con lo que digo, yo sé que al menos puedo disfrutar de algunas momentos. Como ese día, cuando te fuí a buscar antes de viajar. Yo quería verte, porque uno no sabe que es lo que puede pasar, y te abrigas con los saludos de los que querés. Pero claro, vos te distrajiste con los colores que yo vestía, te alimentaste del exterior y no te diste cuenta de que yo estaba ahí, y quería darte un abrazo.
¿Hasta qué punto somos capaces de tolerar sólo para mantenernos unidos? Aferrarnos al presente por miedo al futuro ¿Miedo? ¿Quién dijo miedo? Miedo a no volver, a perdernos en el camino, a dejarnos de ver. Porque como te dije, si me voy, no vuelvo. Y no quiero eso. Y no se trata de tolerarnos tampoco. Sé trata de que te quiero aunque pienses que soy enfermo o no soy parte del plan de tu Dios. Te quiero aunque pienses que tengo discursos como los que salen en la TV en los que dicen: Un día te pueden discriminar a vos. Te quiero aunque digas que te querés quedar solo y que no vas a cambiar aceptando a los demás en sus errores, porque no son errores. Lamentablemente tu Iglesia a vos no te deja ser parte de ella, entrar a ella porque estás en pecado. Tu Iglesia también te discrimina, y eso ¿Cómo se siente? Y estoy loco, te entiendo. Loco de felicidad, porque la vida me hace feliz a mi. Puedo disfrutar y sonreír con las personas que quiero, que me quieren, que me tratan de loco también.
Otras veces también me rindo. Como hoy. "Buenas noches" te dije.
"¿Por qué siempre escapás?"
"Me duele el cuerpo, tengo cosas que hacer mañana, me estoy engripando".
Me duele un poco el corazón también, y siento algo feo en el pecho. Pero nada NADA NADA es más fuerte que mis ganas de ser feliz. Feliz no fin de Lunes/comienzo de Martes para todos. Perdonen los que no me leen por tanta idea suelta que saqué de la galera. Pero necesitaba. Y para vos, que tengas un Feliz Domingo. Yo te pienso saludar igual, y comprarte un regalo si el tiempo me acompaña. Odio mis problemas de adolescente.
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