Thursday, September 16, 2010

There's always something harder. There's always something more beautiful. Es tarde. Los vecinos apagaron la luz de su terraza esta vez. No como ayer, cuando en la pared de mi cuarto había un gran reflejo que casi no me dejaba dormir. Dormí de todas formas, mal, pero dormí.
El Invierno aparece de vez en cuando, es como si no quisiera irse. Los días lluviosos propios de la Primavera están presentes y con temperaturas bajas, también propias del Invierno. En nuestras mentes hace un poco de frío también. El clima no es el mejor. Nuestros espíritus congelados, nuestros pensamientos mojados. Estoy un poco perdido para no salir de la costumbre. Escribo palabras en mi mente que balbuceo en inglés cuando camino por el subte y creo que nadie me ve. Pero siempre hay alguien que nos ve, siempre hay alguien que nos está escuchando, siempre hay alguien que nos lee.
Esta semana vi cuatro paragüas negros, como débiles animales arrojados en la calle. Cada uno en lugares diferentes. Doblados. Rotos. Cortados. Quebrados. Alguna vez fueron de alguien. Alguna vez ayudaron a alguien a cubrirse de las lluvias aunque no fueron lo suficientemente fuerte como para seguir haciéndolo. Somos esos paragüas quizás. Negros. Somos paragüas que no fuimos los suficientemente fuertes y nos caemos cada tanto con la fuerza de vientos. Vientos a veces no tan fuertes, pero necesitamos caer. Vientos, a veces, huracanados, que nos hacen llegar alto, pero al caer... al caer caemos. El sábado rescate un paragüas. Apareció de la nada, en 9 de Julio y Santa Fe ¿A quién habrá pertenecido? El viento no era muy fuerte. Quizás, un paragüas débil. Quizás, una mano débil era la que lo sostenía (¿Dónde quedan los sueños cuando no creemos en el futuro?). Lo tomé y se lo regalé a Catalina. Eugenia está por irse ya. La semana que viene. Nuestro cuerpo a veces no responde a nuestros pensamientos. Nicolás al final está enfermo y en una lucha constante por hacerme sentir culpable. Y me siento culpable. Mamá odió el vestido que le compré para su cumpleaños y piensa en regalárselo a Cecilia. Siento una necesidad increíble de viajar.
Hoy el día estuvo nublado, con un Sol de a ratos. Y yo estaba nublado también. Las cosas no siempre salen como uno quiere, ni como deben. Pero a eso ya me debería haber acostumbrado, hace rato las cosas no salen como se esperan. Pero es como que de repente cuesta acordarse de las cosas cuando estuvieron bien o mal. Cuando el día está soleado, me es imposible pensar que alguna vez llovió. Cuando los días están llenos de nubes y violentas gotas de lluvia, me es imposible creer que alguna vez el Sol existió. Cuando estamos solos, encerrados en nuestros cuartos, ahogados en nuestros problemas, habitados por pensamientos que no hacen más que encerrarnos en nosotros mismos, nos es imposible pensar que alguna vez alguien estuvo a nuestro lado. Nos amó. Nos acarició. Cuando de nuestras manos solamente salen palabras que hablan de dos, de tres, de cuatro, de amor, cuando por la calle vamos y sonriendo nos acordamos de una sola persona, cuando pensamos en las decisiones que tomamos día a día y antes nos acordamos de alguien para poder elegir, nos es imposible pensar que alguna vez, estuvimos encerrados en nuestros cuartos pensando que el amor era algo para unos pocos, que no lo mereceríamos nunca, teniendo ideas cercanas a la muerte, derritiéndonos en una soledad que nosotros creamos aislados de todo aquello que creemos, nos hace mal.
Siempre hay cosas más dificiles de superar. Vivimos en una constante lucha de superaciones.
Las cosas no siempre salen como uno quiere, pero finalmente el día ya casi acaba. Papá duerme en su habitación. Mabel mira la tele. Cuando llegué de trabajar Cecilia estaba en casa. Había vuelto y estaba hablando con papá después de tantos meses. Papá estaba contento. Se abrazaron. Papá estaba contento. Yo también, me comí dos mandarinas en un día y vi de cerca un abrazo.

2 comments:

Anonymous said...

yo te leo. y me pasa lo mismo que a vos.

Anonymous said...

Aun que cueste encontrar a la persona indicada...
El amor no es para unos pocos ({)